Agradecen sinceramente a Sor Carmen Figueroa, Provincial de las Antillas, por organizar este encuentro con Corazón que Ve. Un agradecimiento a todas las hermanas que han trabajado por cada particular, a todos los laicos de San Juan, Orocovis, Aibonito, en general a todas las personas que con sus servicios particulares de animación litúrgica, síntesis y coordinación permitieron el éxito de este encuentro.
Este encuentro nació en el CGXXII y se asumió como prioridad de la programación del sexenio por la importancia de profundizar el Sistema Preventivo como respuesta la los desafíos culturales de hoy.
Por la experiencia vivida, consideran que se ha logrado el objetivo general del seminario.
“Habilitarnos para volver a leer y profundizar juntas el Sistema Preventivo como respuesta a los desafíos, siempre nuevo s de la educación, explicitando las implicaciones formativas para las FMA – los laicos y laicas.
El valor de la experiencia ha dejado huellas en cada una de nosotras y nos invita a proyectarnos, porque hemos sido interpeladas y creemos que el Sistema Preventivo es la respuesta para los desafíos y urgencias de hoy. La experiencia vivida con intensidad nos ha modelado y nos invita a cualificar nuestra respuesta en cada una de nuestras realidades.
La crisis del cambio de paradigmas nos interpela y nos invita a volver nuestros ojos a DB y MM para estar abiertas los signos de los tiempos, para focalizar los elementos formativos que nos permita comunicar el sentido cristiano de la vida a los jóvenes.
Lo que hemos vivido, no nos ha dejado indiferentes, queremos buscar caminos de respuesta en sinergia entre los ámbitos.
La lectura de la Palabra de Dios llena de símbolos y gestos nos hablan a nosotras y nos animan:
“Jesús lo levantó cogiéndolo de la mano”. He aquí la Palabra que nos reclama la simbología de los gestos. Los gestos son expresión de la fe, siempre y cuando estamos abiertas a reconocer en cada uno de ellos un signo del paso de Dios entre nosotros. El abajarse es un gesto de la kenosis, propio de la vivencia de nuestro Sistema Preventivo.
Y vosotros quien decís que soy yo? Jesús suscita admiración, interrogación y comunicación entre quienes lo escuchan. Todas debemos preguntarnos, quién es Jesús para nosotras y cómo lo servimos. La simbología de la Palabra salva y libera porque entra en la experiencia misma de cada uno de nosotros.
Dejad que los niños se acerquen a mí. Es la palabra que nos ilumina el día de hoy. Nos recuerda el compromiso carismático al que somos llamadas, para dar respuesta a la actual emergencia educativa. Esto nos exige la urgencia de la formación continua, de la preparación pedagógica y teológica, del conocimiento de la comunicación, para que a través de la tecnología anunciemos a los jóvenes la presencia de Jesús que salva y la visión cristiana de la vida, que está en el fundamento del sistema preventivo, sin llegar tarde.
Asumiendo la simbología de la audacia, es más fácil acoger una de las propuestas que madre Yvonne propone: dar más importancia a los procesos que a los procedimientos, o sea a las personas antes que a las prácticas didácticas, aunque éstas sean necesarias. Sois una comunidad que comparte los mismos valores que trabajará por conseguirlos, a través de relaciones transparentes y valores salesianos.
El amor es posible, podemos hablar y suscitar la esperanza, es necesario revitalizar la fe que suscita la pasión carismática y el amor incondicional a los jóvenes.
Confiadas en María, mujer audaz y fuerte, paradigma de la antropología contemporánea nos indicará el camino para conducir a los jóvenes al encuentro con Jesucristo. A Ella confiamos el post-encuentro de CIMAC-NAC.
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